Desgárrame la carne
Si la aurora
rompe la plenitud
del alba
y la delgada línea
que une luz y oscuridad
pasado y presente
se revelan
el lucero
es a la noche
el agua a la tierra
prometida
y mis labios
cautivos
a tu dulce boca.
Así se hizo la luz
en un instante
con voz certera
puliendo su esfera
como un diamante
Se destronó la noche
calló de la manos
su enorme velo
susurrando en mis
oídos
una dulce canción
un soneto
que empezaba diciendo
tanto te quiero.
Rompe la aurora
el alba
soñando la noche despierta
la palidez de mi esperanza
desgárrame la carne
con tu risa
y mi corazón se una
al tuyo
ya sin prisa
como un acorde
suspendido en los
delicados tonos
de tu brisa.
Francis.
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Mar de Alborán
Suave levante
en el mar de Alborán
será la brisa de
tus ojos los que
me enamoraran
corre levante
y se colma la noche
con los símbolos
de tu nombre.
Lo que hoy es
a fuerza de soñarte
y su dulzura
se convierte mañana
en la claridad
que vence el sueño
y su locura.
El fulgor del bronce
vespertino
en tus labios
y su mirada
cabe en la geometría
de tu tacto
y recorres la infinitud
de mis pensamientos
y mis palabras.
Si en tus brazos
soy infinitamente
diminuto
seré en tu amor
copa de gigantes.
Seré la brisa fugaz
que se escurre
entre tus manos
como acueducto
que transporta
la fluidez de tu
amor cercano.
Francis.
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Palacios de cristal
Abraza mientras acecha
este animal furioso
que se lía
en la revolera
de este torbellino
aquí… dentro de mi pecho
y no mueve más
que viento
en alas de molino
y prosiga la vida
en el arcoíris
de tus ojos
resolviendo tu alma
a la mía
revelada la voz
de tu persona.
Deslumbra la palidez
de los copos de nieve
como germina
tu sustancia
creciente
la renovada pleamar
descansa sobre
las olas mi bravura
mientras Dios
anda entretenido
allí en la luna.
Aconteció que tembló
el dulce despertar
de mi piel
sobre la sombra oculta
de la luna
y floreció
en tu sonrisa
cada poro de mi piel
por cada centímetro
de alma mía
y despertó de la noche
y sus sombras
llenando para siempre
tu memoria y la mía.
Pero antes, antes, antes
ateniéndome a tu piel verdadera
donde nacen planetas fantásticos
se expandió el filo de la noche
hasta la misma aurora
arrebatando la inmediatez
del horizonte
fundiéndose mi reflejo
en tus ojos oceánicos.
Francis.
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La geometría del sueño
Cuando el sueño vence
y te sumerges en tus bellos
sueños durmientes
se concentra tu fragilidad
perpetua entre el azahar crudo
de racimos campeados.
Se marchitará el cristal líquido
en tu mirada
vencida por la soñolienta luna
para volver con más fuerza
develada y dispuesta
en la alborada.
Coronó el olor brillante y húmedo
de tantos atardeceros deshechos
entre la flor de alcornocales
y se derribó la ecuación de la memoria
como abandonados campos
a su barbecho
para luego
germinar del sueño
el ímpetu del agua
en su arroyuelo.
Ahora abandonada
en tu belleza durmiente
cuando la perfecta creación
se refiere a la geometría
que velas dulcemente
despierten la estrellas
del azul hiriente
pues habitan en vano
durmiendo al otro lado
allí junto a la luna
así despiertes tú
pues ahora recobras
la viveza
despejado el cuerpo mudo
la solidez del océano.
Francis.
X26 x5 x2011
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