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viernes, 27 de agosto de 2021

Morder el agua amarga y no sentirla

 

Morder el agua amarga y no sentirla.



Me agito como una nave en el océano

la corriente fuerte a la deriva

me alza la piel como una espiga

y la tristeza sedosa, húmeda

alzada como muros imponentes

no me aturde con sus manos ofrecidas.



Me seduce el recuerdo

se desvanece desvalido

tan frágil

como un jilguero en una rama

de tanto ser que contenía.



Los viejos fenicios

acechaban la muerte sigilosos

la mar se divertía en silencio con el aire

mas fueron vestidos de oro aquellos hombres

con un escudo de águila esquiva

ángeles contra demonios

que perduró en lo oscuro de los siglos.



No quiero atardeceres sin ti

ni que una brisa ligera

levante losas blancas de mármol

entre los cipreses y las torres vacías

echados en la arena, tú, y el mar,

y la luna rota a media noche

que nos devora a dentelladas

sin dientes en sus encías.



No tengo la intención inquebrantable

ni ocultar a solas mi agonía

pues con una sola danza

brillaron claras

la estrellas de mi alcoba.



No me llegan las voces

de aquellas cimas blancas de espuma

de agua embravecida en la tormenta

en lo efímero de una débil llama

que se resiste, que se abrasa,

que vuelve de la oscuridad

como una girándula que gira y gira.



Siento mi condena atada en mi tobillo

como la carne a los huesos aprehendida

la llave de la muerte

que de pronto usaste a sangre fría

se me deshizo entre los labios

el pan, el vino

y hasta el hambre misma

sentí morirme de tu sonora ausencia.



Ahora resuena

el alboroto que me causas

dueño de una noche llena de luz detenida

que no acaba nunca

mientras al fondo resplandecen

los cristales opacos de mi memoria

como si cavaran en tu ausencia

una eterna despedida.



Amanece con luz nueva

al horizonte las nubes

forman gaviotas de algodón

con coronas de laurel

lleva la luz del aire adormidera

llena de narcisos y jacintos

el aroma de tu piel.



Como pudiera yo al mar olvidarlo

no os entiendo

si tengo la boca amarga y no lo he mordido

la sensación azul entre los dedos

el viejo corazón de un rojo vino

el mismo horizonte blanco donde danzas

quedándose tu aurora descarnada

como un sueño no vivido

como un sueño

enredado con el viento.



Fue en verano

al minuto de levantar el vuelo

un ángel cae

y otro levanta valiente ya su vuelo

como un relámpago de plata viva

mientras la noche ansiosa de azucena

nos miraba cara a cara

y nos reconocía.



Si la fina capa de tu piel

se alza al viento

me sentaré en tu orilla cualquier tarde

cuando el mundo entero

azote mi conciencia

un paso triste sigue la sombra humilde

de mi huella

esta tan cerca el mar y ya se oye su rugido

no se desde cuando está

¿por que ha venido ?

¿Eres el ángel negro de la muerte?

¿Ya vienes a por mi?

Mas no te molestes

aún no estoy vencido.




                X18 X2 X2021

                                                    Francis


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