Málaga ensueño
Océanos en la orilla
Hay tardes que silencia
el mar embravecido
son tus ojos nuestros ojos los ojos ya vividos
una mano reposa en el centro del alma
y miras hacia atrás
eres la mañana clara que despierta
y el agua vívida que deambula
entre mis brazos
decir adiós es morir un poco dentro
es reconciliar el alma atormentada
de los meses fríos de invierno
siendo mas divino el reencuentro
los reencuentros sucesivos
nerviosos, casi infantiles
como aquellos amantes que bebieron
sus pócimas secretas
y extintos sucumbieron
en la alegre venidera.
Hay tardes que silencia
el mar embravecido
las olas caen mudas
entre arenas rubias
como se estrellan mis labios
entre las
grietas de tus labios poseídos
ya no hay tiempo de amores imposibles
ni redobles de rumores,
ni cuchicheos de vecinos
es tu tiempo mi tiempo nuestro tiempo
como una enredadera
que se iza buscando
la luz tenue de un nuevo día
busquémonos entre luces de bohemia,
ente los buques amarrados de los puertos
que esperan gobernarse otras tierras.
Fue en un mar de invierno
cuando acechaba el rumor
de las olas a cada paso,
y se posó inquieto
como el rocío temprano del estío
miradas cómplices
de amor enamorado.
La piel fue nuestro escenario
y todo se hizo eterno alrededor
la brisa aullaba inquieta
tú y yo
y la música se escucho
mar adentro.
Fue invierno, junto al mar,
jamás lo olvidaré.
X22 x2 x2011
Francis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.