Hay una noche
que nos lleva hacía el destino
y otra que nos atrae a no tenerlo
hay una luz dulce y divina
y otra incierta y oscura.
Se eclipsa la noche
por encima de las torres y los tejados
con la inmensidad de unos ojos
que me observan
un anillo azulado es su núcleo
velado de gotas por lágrimas
con muros de nuevas nubes
de un otoño incesante
que se deshace
ante un tiempo primitivo y errante.
El tiempo está detenido
como aire húmedo en derredor
aves detenidas el viento las contiene
hacemos de nuestra casa
una nube sin obstáculos
flecos de luz humedad nacarada
tiritan en la carne desnuda
se arrastra en ciclos
despojados de las ropas innecesarias
se escucha un runrún de susurros
prendidos por los muros encalados
de aquellas ciudades renovadas
a las que siempre volvemos.
Eres hija de la primavera
hija de los muchos vientos
que despiertan
el genio inocente de los hombres
que atan de bramante
las cadenas de un tiempo
que es un sabio que envejece
entre aquellos seres
que siempre la habitaron
dentro de ti habita un corazón
que es al mismo tiempo latido y aliento
como un beso de luz
que estalla de amanecer en la pupila
y que nunca fue del todo entendido
un tiempo que se fuga
ruin y esquivo.
Vastos y sinónimos océanos y desiertos
un tiempo lleno de guijarros
los años que dejamos
en la arena olvidados
como pirámides enlutadas
esclavos mudos
del paso ligero de los hombres
ya no bastan los seres llenos de oraciones
sobrevivo sin ti a la furia de la noche
entre un campo minado de recuerdos
que me despiertan
y a ti me arrastran.
Un orbe desde la inmensidad nos observa
llenos de juventud y esperanza
¿Cuando por vencidos
depusimos aquellos remos
ahora desgastados
que tanto por amor habíamos aprehendido?
sonámbulo me asomo por la alta claraboya
a una tierra que me extraña
ahora se me agolpa
una multitud alegre por las calles
llenos de balcones engalanados
de alhajas y guirnaldas
de un costado a otro lacerado
te espero lleno de nostalgias
émulo de un tiempo que seduce
que se me antoja breve y efímero.
Hoy he vuelto exhausto
a la ciudad donde tanto me amaste
donde tu nombre fue
lo único que oí entre tanto ruido
ya no están aquellos muros blancos de cal
donde nos sorprendió de alegre revolera
la lluvia verpertina de verano
lleno mi sangre fría
con el calor de tus palabras
que intentan fugarse como gotas del rocío
tras las nubes matutinas.
Tuve un sueño ligero
una hojarasca de sombras pálidas
flotaban por mi alcoba
atadas en los puntos cardinales
de un tiempo que sobre mí se curva
como ensayos del teatro ligero que es la vida
valiente me arrojo sin memoria a la aventura
como un destello hendido por el rayo
me hablas en susurros
como barcas varadas
olvidadas en los muelles
la quilla invencible me quedó rota
de mi nave a la deriva
como sombras de los que antes que nosotros
aquí estuvieron
sombras vivas y furtivas
los hombres las habitan
¡Escucha! fluyen calle abajo en alegre algarabía
donde tu celebras
el ángel victorioso de la vida.
Todo quedó más oscurecido
cuando aún sin ser de noche todavía
dejó de ser de día
donde la niebla del tiempo
me dejó enmudecido
quedo aún más solo y desvalido
tú en cambio
eres y serás inmortal
como el cristal azul y tallado de la luna
solo mueren los que aún con el intento
no pudieron deleitarse
vienen llenos de luz
como ráfagas hacia mi centro
tus labios, tus ojos y tu viente
también en mí quedaron inmortales
como inmortales quedarán
las palabras que siempre nos dijimos
sin haber abierto la boca todavía.
Alas de fuego el tiempo el aire surca
lenguas igníferas de Júpiter
mientras a solas me quedó
esta enorme cama desnuda
de blanco tálamo otrora compartido.
Raza mortal el cielo oprime
mientras respiramos
y cantamos nuevos himnos
que reconocemos y son nuestros
bajo los cedros mudos y dormidos
no creíamos la existencia
del rostro oculto de aquél enemigo
que como nube de polvo el tiempo
agria la fuente pura
de nuestros cuerpos hermosos
quisiera yo siempre para nosotros
un aire dulce e infinito
una noche implacable que lanza al beso
un jazmín de muros en nuestros labios
hijos del sol los amantes
al tiempo se delatan
hay un ángel que toca
las cuerdas infinitas de su harpa
largos péndulos que hacen trepidar
el curso natural del tiempo detenido.
Un aire inmóvil quedó
en esos lugares
de palabras desérticas
que tristemente tan pronto descubrimos
sobre los tejados de las casas
vuelan guerreros de seda y sueño
ciegos de amor
se abaten sobre un tiempo compartido
desfilan tras los espejos de las casas
de los viejos salones descoloridos
y me observas y me vuelves a observar
tras los bucles de tus rizos eléctricos.
Descendí lentamente
sobre un campo minado de recuerdos
exhausta me quedo la carne
tiritando
del paso del tiempo apresurado
pálido y azul se abre
el vuelo secreto y misterioso
de las aves
mientras cosía atardeceres
en el diván de tu regazo
sobre la laguna
el ritmo de la onda
alas sobre el verso que declina
la ligereza del cisne que se posa.
Hoy me siento como un tren detenido
al borde de aquél acantilado
la tierra se desespera de tanto funeral
el tiempo es tan fugaz
que nos quiebra la sonrisa
hay una concha perdida en el océano
que siente el tacto sutil y desnudo de las olas
que debe a su sonido
el canto más bello y más suave
el mar pliega el tiempo
sobre las ciudades y los hombres
y se introduce en las rocas ahuecadas
descienden por la juventud eterna
la belleza de sus hijos
hoy se levantan sobre mi
los rayos plateados
que escarchan tus cabellos
que es la misma escarcha
de los rayos que tiritan en la aurora
de un tiempo que hace temblar
los años pasados
los años que se posan en las manos
sellando el secreto misterioso de la vida
La miel que recoges
de aquellas rosas que planté
en un eterno mayo
jardín de tus serenas noches
de fuentes cristalinas de la aurora
el tiempo es como una puerta
por la que has de volver algún día
cada vez más triste
la crin dorada clavada
sobre la cruz del cuello
y me resisto
como el brío tenso de Pegaso
sacude el viento la vidriera
de tan bellos y carismáticos cristales
de tan confusos pensamientos
agolpados y solitarios
como espíritus incógnitos
que dejan sus huellas indelebles
en la noches antiguas de los tiempos.
Francis
X19 X9 X2024
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